El movimiento feminista en Argentina ha perdido una batalla, pero no la guerra. El año pasado, el Congreso rechazó la ley del aborto legal que fue motor de la lucha de las mujeres. El 8M de 2019, decenas de miles marcharon en Buenos Aires para recordarles a los representantes políticos que hay una agenda pendiente. La concentración se produjo frente al Congreso, convocada por decenas de colectivos feministas, estudiantes, sindicatos y organizaciones sociales. Al color violeta, que identifica el 8M en todo el mundo, las mujeres argentinas sumaron el verde de la campaña por la legalización del aborto y el naranja, que exige la separación de la Iglesia y el Estado. También alzaron la voz contra los feminicidios, una de las grandes lacras sociales del país sudamericano: entre enero y febrero hubo 54 casos. (Fuente: El País)​​​​​​​
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